La adolescencia es la primera gran transición en la vida de un niño; esta marca el camino que los llevará a la adultez. Ante la búsqueda de la independencia y la libertad, es indispensable saber poner los límites en la adolescencia. ¿Cómo hacerlo?
Límites para una adolescencia sana
La adolescencia es una etapa famosamente compleja, tanto para los hijos como para los padres y madres. Los niños se enfrentan a una revolución hormonal y emocional, muchas veces a confusión e impulsividad. Los buenos límites funcionan para protegerlos, incluso de sí mismos.
Aquí tienes 3 recomendaciones para poner buenos límites a tus hijos:
- Sé específic@: explica en qué consiste el límite con claridad y el por qué de las responsabilidades, reglas y deberes que su hijo o hija debe cumplir. Recuerda, siempre abiertos a un acuerdo mutuo.
- Implementa los límites de forma paulatina: Como padres y madres, debemos mantener expectativas razonables y reales del comportamiento de nuestros hijos. Sé paciente y evita caer en la crítica negativa.
- Sé concis@ y clar@: No te andes por las ramas ni seas ambigu@: procuremos que marcar límites, no nos tome más de un par de palabras. Esto es muy importante, sé consistente y coherente.
Libertades para una adolescencia sana
La libertad es el otro lado de la moneda. Las libertades son la contraparte de los límites y tienen la misma importancia para el desarrollo de nuestros hijos, por ello es necesario saber delinearlas.
Te presentamos 3 puntos a tomar en cuenta a la hora de brindar libertad a los hijos:
Sus beneficios y responsabilidades están sujetas al cambio: su libertad y responsabilidades deben evolucionar de acuerdo a su edad, comportamiento, madurez emocional, capacidades y comprensión.
- Siempre debes poder localizarlos: es importante que tú y tus hijos se mantengan en comunicación cuando estén separados, por si llegase a ocurrir algo. Esto no significa llamadas a cada rato o llevarlos en una correa, sino prevenir situaciones de riesgo, siempre respetando su espacio.
- Deben ir, a donde realmente dicen ir: si por alguna razón su plan de salida cambia, deben informarte. Así les mostrarás que ser honestos genera libertad y una ganancia para ambas partes.
Convivir con un hijo o hija adolescente puede ser una tarea con muchas complejidades. Te recomendamos ser paciente y recordar tu propia época de juventud, de manera que puedas empatizar más con ellos y mantener una mejor relación.
En Unidad Educativa Particular Borja conocemos de este tema y guiamos a los chicos a seguir avanzando con responsabilidad hacia su éxito.