ELECTRABUZZ Y SU TRAVESÍA EN LA TECNOLOGÍA

Érase una vez un país mágico y llamado Internet, en donde vivía Electrabuzz, un celular muy amigable; su nombre fue inspirado por sus ancestros electricidad y vos qué significaba valentía y rapidez, una familia llena de atributos interesantes.  Eso sí que Electrabuzz a sus cinco años de edad comenzó a cuestionarse sobre cuál era la razón de su origen, ya que cada vez que cumplió un año algo en él cambiaba o evolucionaba como cuando estaba triste, se ponía a blanco y negro y cuando estaba feliz se ponía de colores.

Entonces Electrabuzz junto a sus amigos emprendieron una gran aventura, de donde las emociones como: miedo, felicidad, ansiedad, tristeza y temor se apoderaron de una gran historia que acababa de empezar. En la mañana siguiente se levantaron con grandes ideas de: ¿cómo podría resolver las muchas preguntas, que tenían por costumbre conversar?, pero lo más importante era la pregunta de ¿cuál era su origen? y por qué a muchas cosas. Tendrían entonces la solución a su alcance con su amigo Turbo, otro celular que cuidaba de un invento maravilloso llamado la máquina del tiempo; esta máquina los llevaría al pasado, la época ideal para conocer sobre su origen; necesitaban llenarse de mucha energía, valor, fortaleza y sobre todo de positivismo, es por eso que fueron primero a comer o alimentarse y todos pidieron en el menú “energía a la fetuchini” en un reconocido restaurante de su ciudad, cabe recalcar el alimento para estos amigos era la energía eléctrica.

Una vez alimentados y ya todos con las baterías al 100% se fueron, decididos y sin miedo a viajar al pasado en la máquina del tiempo, entonces debían analizar a qué lugares y a qué año deben llegar. El año 1947 es donde debían viajar y visitar a dos museos para conocer más de cerca al inicio de su tecnología. Para llegar a ese año necesitarían de su amiga Hermelinda Piedra, la computadora, que estaba gustosa de ayudar y de viajar. Emprendieron así el viaje, visitaron el primer museo en donde Electrabuzz se quedó asombrado al ver exhibido muchas de las partes de su cuerpo por separado, por ejemplo, la calculadora, la linterna, etc., y de la misma manera sus amigos la computadora y el otro celular no pudieron evitar asombrarse.

Caminaron tanto que comenzaron a bajar sus baterías, más aún la de Hermelinda Piedra que no había comido antes del viaje, ¡Oh, no! dijeron con preocupación, porque era muy necesario que su amiga la computadora no se apague, ella sin duda les orientaba con su sistema GPS avanzado.

La angustia, miedo y ansiedad se apoderaron al instante de cada uno de ellos entonces deberían buscar una solución inmediata. Buscaban y buscaban y de milagro Turbo grita: ¡vengan amigos!, ¿habrá encontrado un cargador que le podría alimentar a su amiga que se estaba desmayando?, su batería estaba al 3%, encontraron donde alimentar a su amiga y de paso también se alimentaron volviendo su batería al 100%.

Regresaron al museo para observar y capturar la evolución de cada uno de su especie, quería recordarlo todo para al volver a casa poder mostrárselo a su familia, y así contarles cuál era su origen. Al llegar al segundo museo se quedaron más asombrados que de costumbre, porque Electrabuzz por fin pudo descubrir su origen, en este museo de los ochentas, porque así se llamaba, observó como a lo largo del tiempo, su forma, capacidad e inteligencia cambió y evolucionó. Es ahí cuando Martín Cooper, le dijo tú serás un gran celular y seguirás evolucionando y cumpliendo muchos sueños.

Martín Cooper el creador de toda la evolución celular, explicó que este dispositivo es como la célula, que evoluciona en todas las eras, que nada de su sistema o imagen se queda como al inicio, todo avanza, todo mejora. Electrabuzz se sintió muy feliz al ver que él es un celular ejemplar y moría de ganas de volver a contárselo todo a su familia. Cuando miró alrededor, vio que no era el único feliz al conocer de su origen, su amiga Hermelinda Piedra, la computadora, también acababa de enterarse de su origen, y no podía más con la alegría de conocer a sus ancestros, quienes evolucionaron y evolucionarían siempre.

Llegó el momento de regresar, se miraron los unos a los otros con mucha emoción, pero les faltaba algo más, no se sentían satisfechos por completo, ya que sabían su origen, pero no la razón que motiva a todas las eras a evolucionar; por coincidencia esa respuesta era la clave para regresar. Como siempre, al conversar se entendían muy bien, y la amistad que tenían les ayudó siempre a resolver sus preguntas, así que esta no sería la excepción.

Resolviendo entonces que la razón que transita a lo largo del tiempo y por la que viven en muchos años, se llama tecnología; así fue, lo hicieron una vez más, aceptaron y pudieron regresar, aunque con mucha tristeza de acabar de vivir una gran aventura, pero alegres de poder compartir lo que acababan de descubrir.

Finalmente, contaron su gran aventura, y sus familiares, con un sentimiento enorme de orgullo y felicidad, fueron año tras año avanzando y evolucionando en su pasado, presente y un venturoso futuro.

FIN

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